La vida de todo hombre tiene un momento definitivo, un momento del cual, por mas que lo quiera, no podra escapar: el momento en que su pareja le exige que de el paso definitivo y acepte, despues de meses e incluso años, casarse.
Por supuesto, para que llegue ese momento, seguramente la relacion se afianzo y ambos consideran que es hora de dar la buena nueva pero, por alguna razon, el hombre siempre necesita el empujoncito de su media naranja para decidirse, como si tuviera miedo de perder su personalidad si confiesa que él tambien quiere casarse.
Los problemas empiezan apenas dado el anuncio porque lo más comun es que, como sucede desde que el mundo es mundo, las futuras suegras comiencen una carrera para ver quien toma a su cargo los preparativos para la boda.
En esos momentos, luego de aceptar casarse, el novio pasa a ser un cero a la izquierda que contempla todo con algo de panico, dandose cuenta que ese dia que parecia tan pero tan lejano finalmente llego.
Lo que ese novio no sabe -y deberia saber- es que cuando todo este organizado y listo, cuando las tarjetas esten enviadas, el salon alquilado, la iglesia reservada y los padrinos listos para asumir su compromiso, todavia falta algo: como llegar a la iglesia.
Y para ese momento trascendental, momento en el cual un millon de personas sacaran sus camaras, hay que estar a la altura de las circunstancias y la unica manera de estarlo es contratando a Sauclass, los mejores coches clasicos para bodas en toda Valencia.
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